21 de junio de 2012

7-Aceptación y desacuerdo

El lunes llega de nuevo, un día maldito para Debby, odia empezar la semana madrugando y eso la pone de mal humor para el resto del día, sí, los lunes siempre está de mal humor.
La misma historia de todas las mañanas, y la misma pregunta de siempre ¿qué se pone? Acaba decidiéndose por el mismo estilo de siempre, aunque al igual que ayer hace un día muy soleado y se pone una camiseta de mangas cortas debajo de la sudadera por si le da mucho calor. Finalmente se hace una trenza y baja a desayunar. Abre la nevera y cuando la cierra ve una nota de su madre que dice lo siguiente:
'Debby he tenido que salir ya, por favor encárgate de preparar a tu hermana y llevarla al colegio, recógela también ya que creo que tampoco estaré para la hora de comer, que os vaya bien.
Os quiere
                                                                                                                            Mamá'

Y de pronto recuerda que anoche se acostó sin verla llegar, aunque aguanto despierta mucho tiempo hablando con sus amigas finalmente tuvo que acostarse sin saber dónde estaba su madre y ahora se levanta y ella ya no está. A Debby todo esto ya le está resultando demasiado extraño así que decide hablar con su madre en cuanto la vea. Por suerte Debby siempre se levanta pronto para ver un rato la tele una vez este preparada, así que tiene tiempo de arreglar a su hermana. 
Va a su cuarto, la levanta con besos y la mete a la ducha, luego la viste y se sientan frente al espejo para peinarla.
-¿Dónde está mamá? Ella es la que me peina siempre-dice la pequeña.
-Mamá ha tenido que irse ya al trabajo, ¿qué pasa qué no te gusta que te peine yo?-dice Debby mientras empieza a hacerle cosquillas.
-No, no es eso pero es que últimamente nunca está en casa...-dice la niña agachando la cabeza.
-Bueno, está trabajando para poder comprarte todos los juguetes que quieras así que nada de caras tristonas y venga a desayunar que llegamos tarde-dice su hermana sonriendo pero dándole la razón a la niña.
Finalmente salen de casa, llegan tarde, y Debby llegará más tarde aún, para ir al colegio de Michelle deben pasar por la parada donde todas las mañanas se encuentra con Adrianne y al pasar por allí le cuenta lo sucedido y le dice que se encontrará con ella en el instituto. Cuando llegan al colegio ya es la hora de la entrada de Debby y aunque está relativamente cerca tarda, corriendo, al menos diez minutos.
Aunque llega con el alma que se le va a salir del cuerpo, llega, pero cinco minutos tarde por lo que todos están ya en clase. Por suerte tiene clases con su profesor enrollado que no le dirá nada. Llega, toca la puerta y abre. Se queda un poco inmóvil al ver que ni está su profesor enrollado y que además éste está acompañado por dos nuevos compañeros, muy especiales.
-Vaya, vaya señorita Svenson. Otra vez llegando tarde. Pase. Y que conste que la dejo pasar porque tengo algo que anunciarles-espera a que ella llegue a su sitio y continua-Bien como iba diciendo antes de la interrupción, que espero que se lleven bien con ellos y los ayuden a incorporarse. Recuerden que ellos vienen de otro lugar con otros procedimientos distintos y que aunque hayan dado lo mismo que ustedes, ahora lo que verán será nuevo y están acostumbrados a como ellos lo hacían allí así que se los pido como favor. Bien, enseguida llegará el profesor mientras tanto esperen sentados.
-Que pasa Adrianne, que me he perdido-le dice Debby.
-Pues nada, el director nos ha comunicado que Niall y Harry estarán en nuestra clase, y que Liam y Zayn están en la de al lado, en la de Brit. Y Louis está en un curso más en la planta superior.
-Ah, que bien-dice sonriendo, en verdad, después de la conversación que tuvo ayer con Niall se alegra de que este en su clase, así podrá conocerlo más.
-¿Bien?¿Solo bien? Somos las primeras amigas de One Direction y ahora están en nuestra clase, podremos seguir conociéndolos, es genial.
-Bueno, amigas...que solo tomamos algo con ellos el otro día, pero sí es genial.
-Bueno y que, pero fuimos las primeras en conocerlos. ¿Y eso, me das la razón?¿ Tú no decías que no tenías interés en conocerlos, que se iban a creer los reyes de todo?
-Sí, tú lo has dicho, decía. Pero me he dado cuenta que tienes razón, que solo son personas y que tengo que darles la oportunidad de conocerlos antes de juzgarlos-le sonríe.
Los chicos están rodeados de chicas contestándole a cada una y dando besos y abrazos cuando se consiguen librar se acercan a las chicas para saludarlas.
-Hola-dice el de pelo rizado.
-Hola-dicen las chicas-nos alegramos de que estéis en nuestra clase y nos os preocupéis por nada, si necesitáis cualquier cosa no dudéis en decírnoslo.
-Muchas gracias chicas, la verdad es que aunque estemos rodeados siempre de gente, pues a pesar de todo seguimos siendo los nuevos y ver caras conocidas con las que hablar siempre viene bien-dice Niall sonriendo.
-Sí, pero bueno no os podeis quejar habéis sido bien aceptados-dice Adrianne.
-Sí eso es cierto.
De pronto se escucha el chirrido de una silla en la mesa contigua a donde está ellos y los cuatro se giran, una chica resopla y mientras recoge sus cosas dice:
-No por todos sois bien aceptados, yo no estoy de acuerdo en que vosotros estudéis aquí, ¿qué pasa no tenéis suficiente dinero como para pagaros a un profesor que os de clases en vuestras casas?-sonríe maliciosamente y sale del aula.
-Pero bueno, ¿qué le pasa a esa chica?-dice una Adrianne un poco enfadada-vosotros no os preocupéis por lo que ha dicho chicos, siempre ha sido muy rarita. Llevo con ella desde hace cuatro años y aún no la conozco, es muy reservada y misteriosa.

Las horas pasan, la verdad es que no han hecho mucho ya que entre las presentaciones y las indicaciones de los profesores a los dos nuevos alumnos sobre como es la asignatura les ha quedado poco tiempo para dar clase. Así que ya es la hora del recreo. Niall, Harry y los demás se encuentran bajo un árbol con sombra, hace mucho calor y Debby un poco más allá se quita su sudadera, no había previsto mal, hace muchísimo calor.

Están hablando de todo un poco y de repente Brit hace un comentario que a Debby la hace estallar en carcajadas, la risa llega hasta los chicos, que no están muy lejos y Niall mira en esa dirección. Se quedó preocupado al verla ayer en su casa tan angustiada por su madre y verla sonreír de ese modo, le satisface. Se queda mirándola, no puede quitarle los ojos de encima,su sonrisa es muy bonita, pero hay otra persona que tampoco lo hace. Ambos están ensimismados con aquella chica que a sus ojos es perfecta y por la que posteriormente tendrán conflictos.

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